¿Sabías que una simple patata puede devolver la vida a tus agujas y alfileres? Gracias a su almidón, elimina restos de pegamento y grasa, dejándolos suaves y listos para volver a coser. Te explico cómo hacerlo paso a paso.
El problema: agujas pegajosas y alfileres dañados
Cuando cosemos tejidos con aplicaciones, plumas o abalorios, es común que los alfileres y agujas se manchen de pegamento o grasa. Esto provoca que:
- No deslicen bien por la tela.
- Puedan enganchar o dañar el tejido.
- Tengamos que desecharlos antes de tiempo.
El truco: usar una patata para limpiarlos
La patata contiene almidón, un agente natural que absorbe y elimina restos de grasa y pegamento. El truco consiste en:
- Clavar la aguja o el alfiler varias veces en una patata cruda.
- Pasar un paño o servilleta para retirar el exceso de almidón.
- Repetir el proceso tantas veces como sea necesario hasta que la aguja quede suave y afilada.
El resultado: tus agujas vuelven a deslizarse como nuevas, sin necesidad de tirarlas.
Otros trucos caseros para cuidar tus agujas
- Jabón seco: clavar la aguja en un trozo de jabón ayuda a lubricarla.
- Lija fina o almohadilla de esmeril: se usan para afilar puntas desgastadas.
- Evita el óxido: guarda agujas y alfileres en un lugar seco y protegido.
Estos métodos prolongan la vida de tus utensilios de costura y evitan compras innecesarias.
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